¡Te toca leer, profe!

Comprensión oral y comprensión lectora

¡Te toca leer, profe!

La brecha entre la comprensión oral y la comprensión lectora condiciona el nivel lector del alumnado de Educación Primaria 

El acceso al conocimiento es una necesidad y un derecho de la persona. Y la única herramienta de que disponemos para adquirirlo es el lenguaje. La apropiación de esta herramienta es un requisito y un valor que facilita el desarrollo personal, y la integración en la sociedad del conocimiento en la que vivimos.

En esta entrada reflexionaremos sobre dos aspectos del desarrollo de la comprensión lectora:

a) La brecha evolutiva entre la comprensión oral y la comprensión lectora del alumnado de Educación Primaria.

b) La importancia que tiene para ir reduciendo esa brecha el que el profesorado de esta etapa educativa lea en voz alta de un modo recurrente a sus estudiantes. Una práctica modeladora de conductas de comprensión del lenguaje escrito, que se vale de la estrategia reflexión en voz alta para desvelar al alumnado cómo su «profe» comprende los textos que lee.

La humanidad transmite el conocimiento que ha construido preferentemente a través del discurso oral y el discurso escrito. Sin embargo, nuestro cerebro ha sido diseñado y codificado genéticamente para escuchar y hablar, es decir, para utilizar el lenguaje oral en sus modalidades de comprensión y expresión. Para eso, un sistema lingüístico-cognitivo innato del que nos valemos es el denominado “mecanismo de adquisición del lenguaje” (Chomsky, 19921), que posibilita la comprensión y producción oral mediante el input verbal que lo activa.

El problema lo tenemos con el lenguaje escrito en sus dos vertientes: leer y escribir. ¿Por qué? Porque como hemos señalado, genéticamente estamos equipados con la función del habla, mientras que podemos afirmar que no existe un solo gen lector que se transmita de generación en generación y que posibilite la función de comprensión y expresión del lenguaje escrito. Todos y cada uno de los cerebros deben ser enseñados a leer y escribir, unas habilidades que se construyen procesando un sistema simbólico como la escritura, artificialmente creado para comunicarnos, crear conocimiento y desarrollar el pensamiento.

Hoy sabemos que en Educación Infantil y Primaria la comprensión oral es un componente básico del desarrollo de la comprensión lectora (Hoover & Gough, 19902), así como que, evolutivamente, entre ambas habilidades lingüístico-cognitivas existe una brecha inicial que se extiende a lo largo de la Educación Primaria, y que es necesario ir acercando gradualmente con prácticas didácticas significativas  (Sticht & James, 19843). De esa manera, los niños y las niñas de Educación Primaria procesan con más facilidad el lenguaje oral que el escrito. La comprensión oral la procesan mejor porque: a) el lenguaje es más familiar en términos de palabras e ideas que se transmiten, b) se da en una situación natural de comunicación e interacción en la que quien habla y quien escucha comparten el mismo contexto, y c) a diferencia del lenguaje escrito, los interlocutores se benefician de las pistas semánticas paralingüísticas no verbales que esta modalidad de lenguaje incorpora, como el acento, la entonación, los gestos, y otros rasgos prosódicos de la persona que habla, potenciándose así su pensamiento inferencial y la comprensión de lo que escuchan. Como señalan Fisher & Frey (20144):

“Simplemente, los niños y las niñas pueden ‘escuchar’ más ideas complejas que si leyeran, o escribieran. Al margen de la investigación, cualquiera que haya experimentado alguna vez la lectura en voz alta de un cuento a un hijo o hija antes de dormir sabrá que la comprensión oral es más intensa y sofisticada que la comprensión lectora. La prueba está en que, cuando alguna noche Vd. se siente cansado y se salta alguna página del cuento, el niño o la niña abrirá bien los ojos, y le acusará de no haber leído alguna parte del texto, obligándole a que vuelva a leerle”. (Fisher & Frey, 2014:64)

     En esa situación, cuando, equipados de un bagaje oral y comunicativo emergente los estudiantes llegan a la escuela, y entran en contacto con las prácticas de comprensión lectora en las que se les pide que comprendan y reproduzcan el lenguaje de los textos escritos, comienza para ellos el largo proceso de apropiación de este nuevo lenguaje menos reconocible, una herramienta mental que les facilitará el desarrollo personal y la integración en la sociedad. Un nuevo lenguaje que se caracteriza por ser artificial, no interactivo, así como por presentarse descontextualizado, por poseer un vocabulario algo desconocido y abstracto a veces, por desplegarse con recursos sintácticos poco familiares y con textos escritos y construidos con diferentes estructuras discursivas (textos narrativos, informativos, argumentativos, poéticos, etc.).

No obstante, a pesar de estas diferencias entre lenguaje oral y lenguaje escrito, durante el proceso de alfabetización del alumnado de Educación Primaria los docentes debemos considerar: a) que el lenguaje oral y el escrito estructuran el pensamiento de nuestros alumnos, b) que el alumnado desarrolla la comprensión lectora sobre los cimientos de su nivel de comprensión oral, c) que ambas habilidades se retroalimentan, d) que tal relación es dinámica y recíproca, y e) que una y otra dependen de un mismo proceso cognitivo general (Loban, 19765); Sticht & James (op. cit.).

Loban (op.cit.) tras un estudio longitudinal en el que, año tras año, se evaluó desde Preescolar hasta el final de la Educación Secundaria Obligatoria a 211 estudiantes en comprensión oral, lectura y escritura, cita al respecto:

“Es notable observar que aquellos niños que obtuvieron resultados superiores en lenguaje oral en Preescolar y primer curso de Educación Primaria antes de aprender a leer y escribir, lograron los mejores resultados en vocabulario, lectura y escritura en sexto curso” (Loban, 1976: 83).

     Es así mismo importante tener en cuenta que, evolutivamente y con un desarrollo desigual pero convergente, la comprensión del lenguaje y la comprensión lectora conviven a lo largo de la Educación Primaria con una brecha entre ambas habilidades (ver figura), que inicialmente es más amplia y se reduce progresivamente con la edad (Sticht & James, op. cit.). Sin embargo, a lo largo de la escolaridad el nivel de comprensión oral establece el techo de comprensión lectora. Así, si un alumno o alumna no reconoce o entiende una palabra cuando la oye, será incapaz de comprenderla cuando trate de leerla. Por consiguiente, si deseamos tener buenos lectores es necesario desarrollar en ellos previamente una buena comprensión oral. 

Comprensión oral y Comprensión lectora     La comprensión oral emergente comienza a sedimentarse hacia los 12 meses y mejora ostensiblemente hasta los 5/6 años, edad en la que regularmente se inicia la enseñanza formal de la lectoescritura. Obviamente, en ese momento la brecha entre ambas habilidades lingüístico-cognitivas mantiene su mayor distancia, mostrándonos que el nivel de comprensión lectora de niños y niñas dista mucho lógicamente del correspondiente a la comprensión oral. Gradualmente, esa brecha se va acortando con la edad y con las prácticas pedagógicas, para cerrarse hacia los 13 años, momento en el que generalmente los resultados esperables en comprensión oral y comprensión lectora son homologables, y el lector entiende igual de bien el lenguaje de un texto que escucha y que lee. En otras palabras, un momento en el que los estudiantes son tan eficientes al procesar el lenguaje por el oído o por la vista.

Aunque el modelo simple de lectura (Gough & Tunmer, 19866) sitúa a las habilidades de decodificación y comprensión oral como dos componentes centrales en el desarrollo de la comprensión lectora, la contribución de la decodificación de palabras es limitada en el tiempo en lenguas transparentes como el español, dado que el acceso al código alfabético es más rápido que en lenguas opacas como el inglés (Seymour et al., 20037), para dar paso a la comprensión del lenguaje oral como uno de los predictores más potente del rendimiento en lectura (Chen & Vellutino, 19978). 

El poder de la lectura y el pensamiento en voz alta del docente para ir cerrando dicha brecha

Algunas conclusiones pedagógicas que pueden inferirse del trabajo de Stich & James son:

  • Esta brecha entre comprensión oral y comprensión lectora tiene implicaciones importantes para el proceso de alfabetización del alumnado de Educación Primaria y Secundaria Obligatoria.
  • Hasta los 12/13 años la forma predominante para acceder a la comprensión de ideas complejas es a través del input oral, no del escrito.
  • Un procedimiento efectivo para ir cerrando tal brecha es la lectura en voz alta que realice el docente u otro lector experto, y que propicie el intercambio oral durante las tareas de comprensión lectora en todas y cada una de las asignaturas del currículo escolar.

Durante el periodo en el que se da esa brecha, el modelado recurrente del docente a través de su pensamiento en voz alta mientras lee a sus estudiantes mejora:

  • el vocabulario, la conciencia morfológica de las palabras y la adquisición de nuevas estructuras sintácticas
  • los conocimientos previos,
  • el aprendizaje de estrategias cognitivas y metacognitivas (Calero, 20179), al permitirles oír lo que su profe “dice y hace”, por ejemplo, cuando encuentra una palabra desconocida y detiene la lectura para descubrir su significado, o cuando confiesa que carece de conocimientos previos para entender un texto, o también cuando articula las acciones que lleva a cabo a la hora de elaborar una inferencia y rellenar un hueco de significado que el autor no explicita en un texto, etc.

No debería olvidarse que el aprendizaje es la consecuencia del pensamiento, y no al revés, y el desarrollo de la comprensión lectora no debe limitarse a que los niños y las niñas lean y reproduzcan datos de un texto para posteriormente rellenar los espacios en blanco de una prueba. El objetivo debe ser el impulso activo del pensamiento estratégico del alumnado para que comprendan lo que leen, ofreciéndoles un modelo de pensamiento en acción a través de la lectura en voz alta del docente. Debemos fomentar en los niños y las niñas una cultura del pensamiento en la que se les enseñe a interactuar estratégicamente con el texto, con la ayuda del docente y la de sus compañeros. Si algún espacio humano debe ser un santuario que cultive este tipo de pensamiento ese es la escuela. Para ello, es prioritario desvelarles el misterio que supone comprender lo que se lee, mostrándoles cómo hacerlo para que «vean, oigan y dialoguen» cómo  los lectores expertos construimos significado a partir de lo que leemos.

En definitiva, cuando los docentes modelamos con nuestro pensamiento en voz alta la conducta lectora de ese modo, estamos transfiriendo a nuestros estudiantes recursos mentales (estrategias de comprensión lectora) que, progresivamente, irán utilizando en el futuro de un modo independiente cuando lean para comprender y aprender.

A. Calero

  1.  Chomsky, N. (1992). El lenguaje y el entendimiento, Barcelona: Planeta-De Agostini
  2. Hoover, W. A., & Gough, P. B. (1990). The Simple View of Reading. Reading and Writing: An Interdisciplinary Journal, 2, 127-160
  3. Sticht, T.G., & James, J.H. (1984). Listening and reading. En P.D. Pearson, R. Barr, M.L. Kamil, & P. Moshental (Eds.) Handbook of Reading Research, 293317). New York: Longman
  4.  Fisher, D. & Frey, N. (2014). Speaking and listening in content area learning. En The Reading Teacher, 68, (1), 64-69
  5. Loban, W. (1976). Language development: Kindergarten through grade twelve. Urbana, IL: National Councill of Teacherss of English
  6.  Gough, P.B. & Tunmer, W.E. (1986). Decoding, reading, and reading disability. En Remedial and Special Education, 7, 6-10
  7.  Seymour, P.H., Aro, M.,& Erskine, J.M. (2003). Foundation literacy acquisition in European orthographies. En British Journal of Psychology, 94, 143-174
  8.  Chen, S.R., & Vellutino, F.R. (1997). Prediction of reading ability: A cross-validation study of the simple view of reading. En Journal of Literacy Research, 29, 1-24. doi:10.1080/10862969709547947
  9. Calero, A. (2017). Comprensión lectora. Estrategias que desarrollan lectores autorregulados. comprension-lectora.org. Madrid
5/5 - (2 votos)
Andrés Calero
acalero1@gmail.com
2 Comentarios
  • Mónica Rivera
    Publicado a las 16:42h, 24 noviembre Responder

    Interesante, gracias

    • admin
      Publicado a las 16:44h, 24 noviembre Responder

      Gracias, Mónica.
      Saludos

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